El élder Jason Hallock entrega gorros a los clientes del Almacén del obispo de Springville, Utah

El élder Jason Hallock de pie con algunos de los cientos de gorros y bufandas que ha tejido y puesto a disposición de los clientes del Almacén del obispo de Springville, Utah. Concluyó su misión de servicio de dos años el 30 de noviembre de 2022.

El élder Jason Hallock entrega gorros a los clientes del Almacén del obispo de Springville, Utah

El élder Jason Hallock de pie con algunos de los cientos de gorros y bufandas que ha tejido y puesto a disposición de los clientes del Almacén del obispo de Springville, Utah. Concluyó su misión de servicio de dos años el 30 de noviembre de 2022.

SPRINGVILLE, Utah — En el último día de su misión de servicio de dos años, se pudo encontrar al élder Jason Hallock haciendo lo que hace, y lo hace bien — entre el tiempo que dedica a ayudar a los clientes del Almacén del obispo de Springville, Utah, y a reabastecer los estantes con alimentos. Sus manos y dedos trabajaban rápidamente y tejían hilo de colores dentro y fuera de las clavijas de un telar redondo de plástico mientras tejía otro gorro hecho a mano.

Aquellos que se enfrentan a la inseguridad alimentaria que acuden al Almacén del obispo de Springville pueden pasar junto a una mesa repleta de gorros y bufandas tejidos a mano por el élder Hallock, de 22 años, del Barrio Provo 2 de la Estaca Provo Sur, Utah. El miércoles, 30 de noviembre fue el último día de su servicio — durante el cual hizo más de 1000 gorros y más de 100 bufandas.

Se podría decir que ha calentado tanto la cabeza como el corazón de los clientes del almacén a los que ha servido — y seguirá sirviendo, ya que planea regresar con frecuencia como trabajador voluntario.

Un niño usa un gorro tejido hecho por el élder Jason Hallock, un misionero de servicio en el Almacén del obispo de Springville, Utah.

“Es bueno ver lo bien que va mi trabajo y lo valioso que es para los demás”, dijo el élder Hallock en una entrevista el miércoles, 30 de noviembre en el almacén, concentrado en la conversación mientras sus manos y dedos seguían manipulando el hilo en el telar. “Y como disfruto hacer esto, no se siente como un trabajo en absoluto — me da algo que hacer”.

Su teléfono inteligente lleva la cuenta de su producción de prendas de punto de dos años — solo desde el 25 de diciembre de 2021, ha producido 145 gorros medianos, 98 gorros grandes, 107 gorros extragrandes y 55 bufandas. Puede hacer un gorro en 40, 50 o 60 minutos — dependiendo de los tres tamaños diferentes — mientras que una bufanda le lleva tres horas.

El élder Hallock teje gorros en telares de varios tamaños y en una amplia variedad de colores y diseños. También ha enseñado a otros misioneros a hacer gorros.

Ha pagado alrededor del 75% de los hilos necesarios para hacer los gorros con sus propios ahorros y con la devolución de impuestos, y ha recibido algunas donaciones de los miembros del barrio y otras personas.

El presidente de la Estaca Provo Sur, Utah, Benjamin Larson, dice que la historia del élder Hallock “es algo que me encanta contar. Es realmente notable — la historia de cómo se inspiró para usar este talento en particular es muy poderosa”.

El élder Rodney Amussen y la hermana Kristine Amussen, los encargados del almacén, agregan que les encanta ver cómo se iluminan los rostros de los niños cuando pueden elegir uno de los gorros del élder Hallock para llevárselo a casa.

Un niño usa un gorro tejido hecho por el élder Jason Hallock, un misionero de servicio en el Almacén del obispo de Springville, Utah.

Además del almacén, el élder Hallock también ha servido en Deseret Industries y Beehive Clothing. Toca el piano y dirige debates sobre el evangelio en las reuniones de distrito de los misioneros de servicio.

“El élder Hallock ama el Evangelio y al Señor y, a menudo, expresa su deseo de llegar a ser más como el Salvador”, dijo la hermana Cheryl Esplin, quien presta servicio con su esposo como líderes de la misión de servicio. “Ha sido tan dedicado y fiel en el cumplimiento de su llamamiento como misionero”.

Comenzó aprendiendo el oficio de su maestro de tercer grado y se puso un poco más serio con él un par de años más tarde, pensando que podría ser una forma de ganar algo de dinero extra.

“Cuando comencé y quería venderlos, realmente no podía encontrar una manera de publicitarlos”, dijo. “Así que ahora estoy aprendiendo que tal vez hay formas de venderlos en línea — así que tal vez lo intente más adelante”.

El élder Jason Hallock, un misionero de servicio en el Almacén del obispo de Springville, Utah, teje un gorro en una foto tomada en noviembre de 2022.

Habla español y se le puede encontrar ayudando a los clientes de habla hispana. Él tomó su turno para dirigir las lecciones de “Ven, sígueme” con otros misioneros antes de que comenzaran a repartir las órdenes de los clientes en el almacén. Y toca el piano, no solo habiendo compartido ese talento con el personal del almacén, sino también como acompañante de la Primaria en su barrio de origen.

Tejer gorros como servicio no es algo nuevo solo para su asignación en el almacén. El élder Hallock ganó su premio Eagle Scout haciendo 50 gorros para el American Fork Hospital como su proyecto Eagle antes del servicio misional.

No conduce, pero ha aprendido a desplazarse en su patinete eléctrico y en el autobús, ya sea a lugares de servicio, institutos o reuniones de distrito.

Una vez terminada su misión, espera viajar con sus padres para visitar a su familia en la Ciudad de México antes de comenzar la universidad en Mountainland Technical College, donde estudiará medios digitales.