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El ganchillo es un arte atemporal. No entiende de modas por mucho que en el último tiempo haya sumado miles de adeptos.

Es una labor de las más tradicionales, con sus orígenes remontándose al siglo XIX, que, con el paso del tiempo, ha perdurado sin ser ajena a la evolución de materiales y diseños.

Para disfrutar de hacer ganchillo hay que contar con dos componentes imprescindibles como son las agujas y el material que se elija para tejer. Sencillo, lógico y muy obvio.

Hay que decir que lo normal es contar con varias agujas para tener el instrumento necesario en función del tipo de tejido que vayamos a trabajar. Por tanto, la mayoría de estos artículos se conforman como sets para incluir distintos tamaños y accesorios en algunos modelos.

Por concretar, podríamos definir a las agujas de ganchillo como un utensilio utilizado para enlazar hilos o lanas para transformarlas en puntos que van conformando la pieza.

¿Cuáles son sus partes?

Hay que señalar en primer lugar que varían en función de la marca y de los países.

Así, la numeración de las agujas se determina por dos sistemas métricos distintos: el europeo y el usado en EEUU, Reino Unido y Canadá.

El tamaño de las agujas está muy vinculado al tipo de material.

Así, las más pequeñas, en torno a los 0,6 mm, suelen usar acero inoxidable o, hasta 10 mm, de aluminio que resulta más ligero.

Es tal la variedad de tamaños y números que los identifican que nos vamos a centrar en las recomendaciones para quienes se inician en esta labor.

Las agujas más aconsejables para estos casos serían las de 5 / 5,5 mílimetros. La referencia viene indicada, en general, en el mango.

Un completísimo kit a un precio más que económico para el número de agujas que trae y de útiles accesorios para iniciarse en estas labores. En total, 84 piezas.

A la correcta calidad del material de las agujas, siempre teniendo en cuenta que se trata de gama básica, suma como complemento muy práctico el estuche para llevar colocados los ganchos en progresión numérica.

Es cierto que, pese al alto número de agujas, el grosor máximo no alcanzaría para algunas piezas de tejidos más contundentes, pero también es verdad que el margen es más que amplio y más todavía cuando se orienta a personas que se inician.

En concreto, las 22 agujas se reparten entre 12 metálicas plateadas que abarcan desde 0,60 a 1,90 mm y las 10 cromáticas de aluminio que van desde los 2 hasta los 6,5 mm.

Entre los complementos que incluye este set se encuentran contadores de filas, medidor de punto, cinta métrica, marcadores de puntadas y hasta unas pequeñas tijeras.

Las piezas de plástico, tales como aros de distintos diámetros, vienen en pequeñas bolsas de plástico para meter también en el estuche, aunque con tanta pieza en el interior queda algo justo.

Una nueva alternativa de set que apuesta por la cantidad de componentes sin renunciar a la calidad de las piezas más importantes como son las agujas.

Ofrecen un margen de grosores entre el milímetro y los seis, pero como plus de calidad todas vienen con agarre tipo silicona que se acomoda muy bien a la mano a la hora de tejer.

Aunque resulta algo más caro que otros similares, el precio resulta muy asequible para lo que ofrece incluido un llamativo estuche.

No es un complemento menor este estuche ya que viene muy bien compartimentado para colocar las agujas de manera ordenada.

Una opción similar, aunque con menos agujas (once en este caso) y, en consecuencia, con un grosor máximo algo menos (ocho milímetros en este caso).

Otra de sus virtudes es el agarre que cubre prácticamente todo el eje con material plástico que ayuda a adaptarse mucho mejor a la mano.

Uno de los problemas de las agujas que no van revestidas es que resultan algo más incómodas, principalmente si no se tienen muchas horas de ganchillo.

La funda, muy parecida a una para las gafas, resulta muy práctica, muy transportable y, además, tiene una sobria pero bonita estética.

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