Un diálogo interior que se materializa en arte es el que realizaron once creadoras para “Batallas Interiores. Mujeres”, una exposición colectiva que se inaugurará el próximo jueves 16 en el Centro de Artes Visuales de Yucatán, y que reúne el trabajo artístico de 11 féminas, convocadas por la artista Elena Martínez Bolio.
Ella recuerda que el maestro Lucio Lara, quien vio su muestra “Una larga hebra”, en el Museo de El Carmen en la Ciudad de México, le sugirió que hiciera bajo estos nuevos parámetros curatoriales una exposición donde dialogaran expresiones de varios artistas.
Y es que Elena Martínez concluyó el Diplomado en Curaduría y Gestoría del Arte, de manera que la sugerencia la animó a hacer la muestra como una especie de tesis final para graduarse.
Explica que los nuevos parámetros curatoriales, como sucede en este caso, promueven el diálogo con el espectador, hay una interacción con las obras.
En esta exposición la curadora rinde homenaje a Georgia Charuhas, una artista de gran trayectoria, en cuyo trabajo reconoce un trazo hermoso, en el que siempre sobresale la labor que realiza como protectora de pequeñas especies, y en esta muestra no es la excepción, ya que además de varias esculturas, pinturas y dibujos collage de su colección personal, se puede ver un serie de fotografías de una zarigüeya, “Rosi”, que fue su mascota por varios años.
La sala que ocupa la obra de la artista permite hacer un repaso al trabajo artístico de Georgia, por etapas en las que, por ejemplo, usaba mucho color, o los collages que mezclaba con dibujos hechos con grafito.
El trabajo de las demás participantes se puede ver en otras salas del recinto.
Elena Martínez comparte que cuando convocó a las artistas les dio algunos parámetros a cumplir, como no usar cuerpos en sus piezas, aunque en muchos casos todo habla del cuerpo.
Esa fue la intención, que las participantes buscaran en su interior las batallas vividas y las expresaran de cualquier otra forma que no sea el cuerpo humano, dando como resultado piezas muy interesantes, que hablan por sí solas, y establecen un diálogo con el espectador, que se sumerge al interior del subconsciente, pero más aún, al interior de sus corazones.
La curadora habla del trabajo que realiza como expositora, una instalación que da cuenta del remolino de sensaciones, sonidos, luces y otras visiones, que llegaron a la artista de manera inesperada, cuando en plena pandemia fue diagnosticada con hipertensión, por lo que en la instalación.
Elementos volando, desde trozos de concreto hasta cajas de medicamentos, tijeras e hilos que no faltan en casa por su actividad como bordadora, muebles que parecen estar a punto de caer, cápsulas regadas en el piso... integran la instalación, en la que, por supuesto, no faltan los mensajes bordados, como en una silla a punto de estrellarse contra el piso.
Para la muestra Elena Martínez invitó a participar a mujeres de diferentes edades y terruños: Enna Negrón, Lizette Abraham y Luciana Corres, de Ciudad de México; Yosi Anaya, de Xalapa; Arcelia Almaguer Barbero, de Guadalajara; María Antonieta de la Rosa, de Cuernavaca; Lucina Castillo, Águeda León y Pamela Villanueva, de Mérida,
Entre las obras se pueden ver trabajos de bordados, como los libros con historias bordadas en letras e imágenes de Arcelia o la tela estampada que interviene con el bordado María Antonieta; así como la explosión del color de Lizette, en una instalación con un corazón que late y tiene movimiento o la atmósfera que crea con el uso de textiles y elementos naturales como el sosquil y el algodón de Águeda; y los parches de tela con elemento sobrepuestos con los que Pamela crea una composición de un díptico enlazado por un entramado de hilos rojos.
Las fibras de henequén pintadas de colores con las que Yosi crea volátiles órganos sexuales femeninos; la interpretación del encierro al estar atrapada en casa por un árbol que ha caído en pleno huracán, de Lucina, y cuyas partes recubre con textiles y flores de colores tejidas en crochet; los pájaros creados con hojas de papel de la sentencia de divorcio de Luciana; la interpretación de la nostalgia por haber dejado la docencia de Enna, son parte de lo que podrá ver en la exposición.— IRIS CEBALLOS ALVARADO
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