Casa Museo de los Quehaceres de Carbonero el Mayor | El Adelantado de Segovia

2023-02-15 15:27:04 By : Ms. leanne LI

La muestra es un proyecto personal de Lola Vicente, una invitación a conocer la vida cotidiana de los últimos siglos desde los tejidos y las prendas que vestían tanto a personas como a muebles y objetos de una vivienda

A 23 kilómetros de la ciudad de Segovia, en Carbonero el Mayor, municipio bien comunicado por la denominada Autovía de Pinares, está la Casa Museo de los Quehaceres, un proyecto personal de Lola Vicente, una yeclana (de Yecla, Murcia) que llegó a Segovia en 1968, en tren como Machado, y aquí se quedó, en su Carbonero, donde asegura que es feliz.

Como introducción a este museo, donde prendas, telas y técnicas tradicionales, cobran protagonismo, Lola explica que “dos circunstancias de la infancia me hicieron valorar toda la vida los tejidos y bordados: los gusanos de seda y una colcha azul pálido, realizada por mi abuela Dolores y sus hermanas para su boda”.

Cuenta que en la Región de Murcia, su tierra natal, a mediados del siglo XX se criaban todavía gusanos de seda para la industria. Esta crianza se extendió también entre las familias, lo que supuso también una medida pedagógica para los niños. Así llegó ella a la casi mágica creación de la seda por la naturaleza, en Yecla.

“Mis tías periódicamente lucían y aireaban la colcha de su madre y nos inculcaban los valores de la seda natural del tejido, la belleza de los realces a todo color y de los encajes de malla. Después la guardaban en su caja de madera, doblada y protegida con, al menos, una ‘mano’ de papel de seda”, continúa.

Tanto la colcha como la caja decorada con motivos chinescos pueden verse en su museo.

Cuando se jubiló, después de trabajar durante media vida en el Servicio de Extensión Agraria de Carbonero el Mayor, en 2013 empezó a gestar la idea de crear esta Casa Museo de los Quehaceres. “Me encontré dueña de este cobertor y de otros tejidos y bordados de antiguas generaciones familiares. Decidí mostrarlos públicamente para su posible estudio y para la contemplación de su belleza”.

Para ello antes visitó colecciones y museos, estudio los escritos de Maravillas Segura Lacombe (Madrid, 1949) ‘Bordados populares españoles’ (Instituto San José de Calasanz de Pedagogía, Consejo Superior de Investigaciones Científicas) o de la extremeña Mª Ángeles González Mena: ‘Colección Pedagógico Textil de la Universidad Complutense de Madrid, así como las cinco publicaciones sobre el traje y el bordado segoviano de la que fue profesora de la Escuela Normal de Magisterio de Segovia Ángela López García-Bermejo.

La apertura del museo no se produjo hasta mayo de 2014 y, aunque reconoce que al principio intentó contar con la ayuda de las administraciones públicas, finalmente desistió “porque es imposible”, afirma resignada.

El principal objetivo de esta Casa Museo es el deseo de Lola Vicente de transmitir a futuras generaciones muestras de las prendas que se utilizaban en siglos pasados, bien como ornato, para vestir a las personas o para cubrir necesidades de una casa y de las etapas de la vida.

Por eso, la exposición que puede visitarse en el número 3 de la calle del Peso Real de Carbonero el Mayor —concertando previamente una cita— está integrada por labores ejecutadas generalmente a mano durante los siglos XIX y XX.

La conforman diferentes tipos de prendas, en ocasiones restos o partes de las mismas, algunas están enmarcadas para su mejor conservación y otras se encuentran sobre soportes o muebles adecuados y originales de la época.

La disposición de todos los fondos, a los que de vez en cuando incorpora piezas nuevas como un cisne de ganchillo que le han regalado hace unos días, está pensada para procurar la mejor forma que permita su estudio o simple y sencillamente su contemplación.

Las labores están realizadas sobre fibras textiles naturales, que pueden ser de origen vegetal: algodón, lino y esparto, principalmente, o de origen animal, como lana y seda.

En cuanto a las técnicas empleadas, en esta Casa Museo hay muestras de encajes de bolillos, guipur, malla, ganchillo o crochet, fribolité, Richelieu, deshilados, punto de media o tricot, etc.

Los bordados están muy bien representados con técnicas de Realce, Punto Segoviano, Punto de Cruz, Punto Nudo, Punto Margarita, Punto Tallo, Punto Diagonal, Punto Festón, Punto Cadena, Punto Lanzado, Punto Arena, Punto Rococó, Punto Relleno, Punto Mota…

Por el tipo de prenda, la clasificación es muy variada: de uso común, de adorno y para cubrir necesidades del hogar (chambras, enaguas, colchas, cojines, sábanas, canastillas, pañuelos de seda natural, pañoletas, guantes, medias, tapetes, manteles, velos, mantillas, cuellos, cortinas, toallas, centros de mesa, echarpes, peinadores, delantales de niñera, etc.).

También cuenta con algunas piezas de indumentaria sacra y prendas litúrgicas: Roquete, alba, cíngulo, manípulo, estola, casulla, teja, bonete, así como paños litúrgicos, palliolum o pequeño palio, tapetes de mesa de altar o ara, corporales, conopeos, mantos de imágenes, etc.

Con las prendas, preferentemente sirviendo de soporte para ellas se encuentran muebles como cunitas, básculas de pesar, cómodas, camas y muchos más.

La mayor parte de los fondos son propiedad de Lola Vicente, procedente del legado familiar, aunque también cuenta con algunas donaciones.

La exposición cuenta, por lo tanto, con prendas de su Murcia natal pero también de Segovia, Barcelona, Galicia e incluso de otros países como Argentina.

El museo se encuentra en la planta baja de su vivienda y en una sala adicional. La primera que descubre el visitante tiene dos ambientes distintos. Una mesa invita a adentrarse en el mundo de los quehaceres de los últimos dos o tres siglos. Sobre ella en una tela de fondo rojo está bordado en nombre del museo. En otra zona, se presenta un dormitorio y las paredes enseñan enmarcados diferentes tipos de bolillos. Después siguen las prendas de punto, una buena representación de la ropa infantil desde el recién nacido, una pequeña mesa con bastidores, bobinas de hilo… El lugar de la costura, de las labores, de los quehaceres.

En la segunda planta está el comedor de este espacio museístico, con todo el menaje tradicional.

Para recorrer este museo es importante fijarse en el detalle, para apreciar el esmero de quienes realizaron estas piezas únicas.

Esta Casa Museo es privada, se encuentra en la propia vivienda de Lola Vicente, quien asegura que recibe al visitante “siempre que estoy en casa, atiendo a la hora que sea, me da igual”. Eso sí, es conveniente concertar previamente una cita a través del teléfono 921560173 ó 634569316 o en el correo electrónico gombarda@gmail.com. La propietaria indica que cualquiera puede concertar la cita, de forma individual o en grupos pequeños o más grandes, incluso escolares, aunque ella recomienda que sean alumnos de institutos, porque lo aprecian mejor.

Recientemente ha lanzado la cuarta edición de un concurso de frases ‘Elogio a la puntada’, dirigido por un lado a alumnos de institutos y por otro al público en general.

El premio es una visita guiada gratuita al museo, en el que por otro lado no cobra entrada sino un pequeño donativo de 3 euros por persona, que se reduce para grupos.

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda